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Érase una vez un niño llamado Bruno de ocho años que vivía en Berlín. A esa edad la familia se ve obligada a avandonar esta ciudad y transladarse a Aushcwitz debido a la situación empresarial y debe empezar a trabajar en una especie de campo de concentración. Un día cercano a su translado, Bruno decide mirar tras la ventana de su cuarto y hay algo que le salta a la vista aparte de el extenso jardín , la alambrada y demás cosas, unas personas vestidas de igual forma con un "pijama de rayas" a juego con su gorra.
Un día conoce a un niño de los que tan curiosa vestimenta visten, ese niño es Shmuel, cuyo nombre extraña Bruno. Shmuel le habla de su pobre vida allí y Bruno le trae comida. Pero un terrible día la madre de Bruno decide mudarse porque cree que no es un lugar oportuno para vivir con su familia e irse a vivir a Berlín de nuevo pero antes de regresar Bruno pide ver a Shmuel por última vez y así es.Shumel le explica que está buscando a su padre y Bruno le ayuda a buscarlo, para ello, se mete en aquél campo y se pone un traje de prisionero como el de Shmuel. Los guardias del campo les obligan a entrar en un sitio engañándoles.
Al final, el padre ve la ropa de su hijo en la alta alambrada y supone lo que ha pasado con él.